
En un mundo que parece gritarte cómo tenés que ser, vestirte y hasta sentir, Josefina Echezárraga trae a Conexión Holística una perspectiva que -de alguna manera- nos invita a patear el tablero. Ella es asesora de imagen y periodista, nos invita a mirarnos al espejo de una forma diferente porque como dice: "Tu cuerpo no es lo que está mal, lo que está mal es la industria de la moda".
Según contó, no se identifica con la idea de la típica asesora de imagen que te va a recitar de memoria qué color te favorece según la estación. Lo suyo va mucho más allá, es una invitación a bucear adentro.
"La verdad es que casi no me intereso por lo que está a la moda", arranca Josefina. "Veo algunas cosas, más por curiosidad que por interés genuino. Si te soy sincera, no creo que las tendencias, con lo efímeras que se volvieron, tengan algo profundo para dejarnos. Quizá me esté equivocando, ojo, pero me parece que hoy las asesorías que hago, y lo que la gente realmente busca, es ir más al fondo de la cuestión, a la raíz. Después, recién después, vemos si el color o la estampa que está de última moda en las vidrieras suma algo a esa persona, a su esencia".
El "deber ser" de la moda vs. tu auténtico ser
Y es que ahí está el meollo del asunto. Durante años, la industria de la moda, con sus campañas espectaculares y sus pasarelas de ensueño, nos vendió un ideal. Un ideal de cuerpo, un ideal de estilo, un ideal de "éxito". Y como bien dice Josefina, este modelo dejó a mucha gente afuera.
"Las teorías del color, o esas clasificaciones estrictas de tipos de cuerpos, dejan fuera a la persona, al SER", enfatiza con una convicción que se siente. "Es como si todos tuviéramos que encajar sí o sí dentro de un parámetro, de un molde preestablecido. Y claro, lo que no encaja, lo que se sale de esa norma, es catalogado como 'lo raro', 'lo diferente', 'lo que no va'. Ahí, en esa mirada, hay un profundo error que ha dejado huellas muy dolorosas en la autoestima de muchísimas generaciones".
¿Te suena familiar? ¿Cuántas veces te paraste frente al espejo sintiendo que algo "fallaba" en vos, en vez de cuestionar si la ropa o la tendencia eran las que no se adecuaban a tu singularidad? Ella lo ve a diario en sus asesorías: "Hoy me toca escuchar frases muy duras de personas sobre sí mismas, un diálogo interno cargado de autocrítica y desvalorización. Y es sobre eso que trabajo incansablemente. Quiero que quede claro: tu cuerpo no es lo que está mal, lo que está mal es una industria que durante mucho tiempo nos hizo creer eso". Es una frase potente, de esas que resuenan y te hacen replantearte un montón de cosas.
Las emociones al mando del placard
Entonces, si las reglas de afuera no nos sirven, ¿dónde encontramos la brújula? Josefina asegura que está dentro nuestro. En nuestras emociones, en nuestro sentir más profundo. Parece simple, pero es revolucionario.
"Cuando comprendemos que nos vestimos desde nuestras emociones, y empezamos a escucharnos más, a darnos más bola, dejamos de prestarle tanta atención a las voces que vienen desde afuera", explica con una sonrisa cómplice. "Porque hay una voz más fuerte, que es la propia, y esa voz interna es la que te dice: '¡Dale, animate! Ponete esa blusa rosada nueva para ir a trabajar, aunque sea lunes y el día esté gris plomizo'. Para hacerlo, claro, tenemos que romper muchos prejuicios, muchas creencias que tenemos recontra arraigadas, y hasta esos pensamientos anticipatorios sobre lo que creemos que van a opinar los demás".
Imaginate la escena: es lunes y vos, en vez de sumarte al bajón general con ropa oscura y funcional, elegís esa prenda que te ilumina, que te hace sentir bien, que te saca una sonrisa. "Y si un día nos animamos y lo hacemos, a ver qué pasa...", nos desafía Josefina. "Quizá descubrimos que trabajamos con mejor ánimo, que estamos más creativas, más conectadas con el disfrute. Y cuando empezamos a registrar todas esas cosas lindas de las que nos estábamos perdiendo por seguir el 'deber ser', entendemos que vestir según el sentir nos abre de par en par a quienes somos verdaderamente".
Para esta asesora de imagen, lo importante es darse permiso para jugar, para experimentar, para ser nosotros mismos sin pedir perdón. Y sí, ¿quién no tiene guardada esa ropa especial para una "ocasión especial" que nunca llega? ¿Y a quién se le ocurriría que un simple lunes gris podría convertirse en ESA ocasión especial, simplemente porque así lo sentimos?
Más allá de telas y colores
La propuesta de Josefina es desafiante: nos invita a reconocer en nuestras prendas un reflejo de nuestras emociones. No se trata solo de si algo "combina" o está "de moda", sino de qué nos genera esa ropa.
"El trabajo es hacerlo consciente, porque el cuerpo ya lo sabe, tiene una sabiduría innata", detalla. "Ni bien vemos o usamos una prenda, nuestro cuerpo reacciona. Podemos sentirnos más enérgicos, más power; o quizás más ansiosos, o más calmados y serenos. El sistema nervioso detecta un color, una textura, un recuerdo asociado a esa ropa o incluso un aroma que quedó impregnado, y reacciona. Cuando logramos identificar todo eso, cuando empezamos a decodificar ese lenguaje sutil, es que encontramos las claves de nuestro vestir personal", puntualiza.
Pensalo un momento. Esa remera vieja que te da una sensación de confort inigualable, ¿qué historia te cuenta? Ese vestido que te hace sentir poderosa, ¿con qué parte tuya te conecta? "Entonces, quizá aquella blusa rosa nueva de ese lunes gris, que mencionaba antes, guardaba para mi sistema nervioso el regalo de conectar con mi lado femenino, con la alegría, con la suavidad", reflexiona Josefina. "Y si lo miramos así, con esa profundidad, ¿en serio que la van a seguir guardando para una 'ocasión especial' que quizás nunca se concrete como la imaginamos?".
Es un llamado a vivir el presente, a encontrar lo sagrado en lo cotidiano. Tu placard puede ser un universo de sensaciones esperando ser descubierto. La clave está en la aceptación, la flexibilidad y la adaptación, conceptos que Josefina repite como un mantra. Aceptar nuestro cuerpo tal cual es, ser flexibles para probar cosas nuevas y adaptar las tendencias (si es que alguna nos atrae) a nuestro estilo único, y no al revés.
¿Querés saber más sobre este enfoque?
Podés encontrar los datos de Josefina Echezárraga, en nuestra guía de profesionales en Conexión Holística. Y si te animás, podés contactarla para empezar tu propio viaje de autoconocimiento a través de la imagen, ¡no te olvides de contarle que la conociste por acá! Te aseguramos que será una charla que te cambiará la perspectiva.
Contactá a Josefina en su perfil de Instagram: @josefinalotoazul o en su WhatsApp 379 487-8846.

