De la psicología clásica a un camino de sanación holística y autoconocimiento
18/08/2025

Conexión Holística tuvo el privilegio de dialogar con Alejandra Stern, psicóloga de 60 años originaria de Buenos Aires y actual residente en Concordia, Entre Ríos. Su recorrido profesional es un testimonio vivo de la búsqueda constante por un enfoque humanizado en el bienestar, transitando desde las aulas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) hasta el creciente universo de las terapias holísticas y la sanación del trauma, siempre con una mirada compasiva que integra múltiples dimensiones del ser humano.
“Me presento como una humana”, destaca Alejandra al comenzar la conversación, reflejando así la esencia de su viaje. Inició su carrera en la educación infantil, conectando con su niña interior y adquiriendo la “fuerza” necesaria para enfrentar el mundo adulto. Su formación en la Facultad de Psicología de la UBA no solo le ofreció conocimiento teórico, sino un espacio de autodescubrimiento y afirmación de su autonomía.
Un cambio transformador
A pesar de trabajar inicialmente con infancias y familias, en los años 90, Alejandra se adentró en la cultura de paz y los procesos de duelo, redefiniendo su enfoque profesional. Un antes y un después ocurrió en 2001, cuando participó en un diplomado de la UNESCO sobre procesos de paz. En este entorno multicultural, rodeada de profesionales que enfrentaban realidades complejas, su perspectiva cambió radicalmente. Fue allí donde tuvo su primer acercamiento al concepto Ubuntu, una filosofía que resalta la interconexión humana y la empatía hacia aquellos que nos han hecho daño. Este concepto marcó su trayectoria al reafirmar que la psicología tradicional no bastaba para abordar las profundas heridas del ser humano.
Un camino de exploración y comunidad
Tras esa experiencia, Alejandra trabajó en Nueva York con inmigrantes que enfrentaban dolor y desarraigo, lo que le permitió explorar el poder de la comunidad. Formó grupos de mujeres donde el acto de compartir comida y recetas se convirtió en una forma de sanar el sufrimiento colectivo. Eventualmente se trasladó a Concordia, donde su viaje hacia lo holístico se consolidó a través de formaciones en Reiki, constelaciones familiares y un yoga más profundo, integrando así saberes y experiencias para ofrecer una visión más completa.
El valor del trauma y su sanación
Uno de los hitos más significativos en su vida profesional fue su formación con Gabor Maté, con quien se conectó durante la pandemia. Alejandra describe su método como una indagación compasiva, una manera delicada de abordar el trauma. “El trauma es donde nos desconectamos”, menciona, subrayando que todos, en algún momento, hemos experimentado esa desconexión.
Para Alejandra, el trauma encierra un “gran tesoro”. Su enfoque no es permanecer en la herida, sino llegar a la raíz de la desconexión para facilitar la sanación y restauración. Utiliza el cuerpo como herramienta esencial, reconociendo que guarda la memoria implícita del trauma, permitiendo así que el proceso sanador sea profundamente compasivo y respetuoso.
Cultivando la Presencia Compasiva
Alejandra brindará el seminario “Cultivar la Presencia Compasiva” el sábado 23 de agosto en Mburucuyá, Corrientes. Esta actividad está dirigida a terapeutas y a todos aquellos que buscan desarrollar un vínculo más humano y compasivo, tanto con uno mismo como con los demás. “Cultivar es un término muy adecuado”, expresa, resaltando que la compasión y la presencia, aunque inherentes, requieren cuidado y dedicación.
Su recorrido y perspectiva integradora nos invitan a comprender que el camino de la sanación es más un proceso que un destino, anclado en la exploración continua, la compasión y la conexión humana. En sus palabras, el verdadero aprendizaje radica en la profunda tarea de ser humanos.
Si te interesa ser parte de esta actividad, podés contactarte con Lidia Serantes al 3782 45-8079. Y, si te interesa conocer más sobre la labor de Alejandra, la podés seguir en su perfil de Instagram miotroviaje.

