
Tittina Civile es una profesional multifacética: coach somática con enfoque de traumas, estudiante de psicología clínica en Caracas, Venezuela, y de la maestría en neurología funcional aplicada. Nació en Venezuela, pero a los 18 años se mudó a Italia, donde se graduó en artes. Fue a través del arte que empezó a explorar la arteterapia, utilizando el teatro y la danza para ayudar a niños a concentrarse y expresar sus emociones. “Mi esencia es artística”, dijo a Conexión Holística en el inicio de la entrevista.
Entre los 14 - 15 años, Tina (como es más conocida) empezó a manifestar síntomas de patologías autoinmunes que la llevaron a una profunda búsqueda de conocimiento a través de libros, explorando desde lo espiritual hasta lo científico, siempre en el límite de lo convencional. Creció en una cultura donde se reconciliaban “dos puntos extremos” y se encontraba “esa sensación de integración”. Su vida fue un viaje de autoconocimiento, especialmente al convertirse en madre, lo que la impulsó a “crecer y mejorar”.
Si tuviera que describir cómo vivía y se sentía en ese tiempo, ella se describe como una persona “muy hippie, muy libre, muy del arte”, poco interesada en el dinero o las validaciones científicas. Sin embargo, a partir de los 35 años, sintió la necesidad de estructura y comenzó a adentrarse en la ciencia, valorando la academia y la “inflexibilidad” que antes rechazaba. Este proceso la llevó a percibirse como científica, integrando sus dos polos opuestos. Sus viajes por el mundo también contribuyeron a expandir su mente, aprendiendo de otras culturas.
El cuerpo es tu inconsciente
Para entender mejor de qué hablamos, es fundamental comprender el término “somática”. La palabra “soma” proviene del griego y se refiere al cuerpo vivo y percibido desde dentro, es decir, el cuerpo tal como es experimentado y sentido por la persona misma, en contraposición al cuerpo como objeto físico. La somática, entonces, se centra en la sabiduría interna del cuerpo y cómo esta percepción nos permite sanar y crecer.
La somática llegó a la vida de Tina en 2018 mientras trabajaba como actriz de cine en Roma, estudiando la técnica Chabac. Al meterse en personajes profundos y dolorosos, notó que su cuerpo cambiaba y que emergían comportamientos que desconocía en sí misma. Esto la llevó a preguntarse: “¿Qué es lo que cambia primero, el cuerpo o el pensamiento?”.
A partir de 2018, comenzó a estudiarse corporalmente y desarrolló una teoría: “Lo que llamamos inconsciente no es una cosa etérica, no es una memoria específica, no es algo como mental o psicológico simplemente, lo que llamamos inconsciente es el cuerpo”. Notó que cuando nos presentamos, “se activan ciertas cosas que no están conscientes, pero se activan en mi cuerpo, tú las puedes ver”. Su teoría planteaba que, al cambiar ciertas posiciones del cuerpo, se podía influir en el comportamiento y la mente.
En 2020, lanzó su canal de YouTube “Sanando traumas”, ahora “Estar Bien Cada Día”, como una forma de compartir sus descubrimientos. La pandemia disparó su crecimiento, y Tina se volcó a dar sesiones gratuitas y a estudiar “trauma therapy”. En 2021, debió atravesar situaciones difíciles que según describió, fue su propio “infierno personal” pero esto sumado al estudio a fondo de las cinco heridas emocionales, consolidó su aprendizaje.
Para Tina, lo que a menudo percibimos como autosabotaje es, en realidad, una “protección”. Partes de nosotros, como las heridas emocionales, “quieren ser escuchadas y validadas por nosotras”. Su trabajo se basa en “identificarse con el espacio” de conciencia para observar con tranquilidad esas partes y entender qué necesitan. La clave no es solo mirarlas, sino hacerlo con una “mirada amorosa”, como la de una madre a su hija.
Neurociencias y la raíz de los patrones
Las neurociencias son fundamentales en el enfoque de Tina, ya que integran el cuerpo y la mente. Ella explica que las reacciones del cuerpo son “instaladas allí porque aprendimos desde muy pequeñitos que ese es el camino de la supervivencia”. El cuerpo, al ser sabio, tiende a mantener los caminos que le han permitido sobrevivir, incluso si a la larga nos hacen daño. Un ejemplo es crecer en un ambiente caótico y luego sentirse atraído por ambientes similares, ya que “lo familiar” es el mecanismo por defecto del sistema nervioso.
Tina profundiza en cómo ciertos reflejos primitivos, que deberían desaparecer a los dos años de vida, persisten en adultos, lo que puede explicar síntomas psicológicos como ataques de pánico. Por ejemplo, el reflejo de Moro, que hace que un bebé extienda los brazos al sentir que cae, si persiste en un adulto, indica una inmadurez cerebral que busca equilibrio, manifestándose como ansiedad. Al integrar estos reflejos, muchas sintomatologías psicológicas disminuyen o desaparecen.
El proceso de cambio se basa en el “entrenamiento”, uniendo “motivación y repetición” para crear nuevos caminos neuronales. La primera fase es la “observación” del cuerpo a través de los cinco sentidos, lo que genera un sentimiento de aceptación. Esta práctica crea un espacio de pausa antes de reaccionar, permitiendo la elección y activando la parte cognitiva del cerebro.
La segunda fase se enfoca en la “regulación”, dando al cuerpo espacio para expresar lo que no pudo debido a condicionamientos. A diferencia de los animales, los humanos reprimimos emociones, lo que las atrapa en el sistema nervioso. Se busca “cerrar el ciclo” de manera sana, expresando las reacciones primarias del cuerpo: pelear, escapar o congelarse. Un tipo especial de congelamiento es la “complacencia”, una rama del nervio vago que apaga los sentidos para evitar el dolor, llevando a las personas a ceder para evitar el daño. El neurodesarrollo desde la infancia explica por qué una persona reacciona de una manera u otra. Movimientos como el gateo son cruciales para construir conexiones neuronales entre las áreas más profundas y las más modernas del cerebro.
Pantallas y tips
Tina ha notado que el uso excesivo de pantallas, al hiperactivar el sistema nervioso con una luz específica y estimular ciertas áreas del cerebro, es una “hiperestimulación dañina” que puede generar inflamación mental y física. Recientemente, un estudio científico demostró que tres días sin pantallas pueden disminuir los parámetros de inflamación en un 72% y normalizar los niveles de cortisol. Para Tina, esto explica los altos niveles de ansiedad, ataques de pánico y depresión, y será un pilar fundamental en sus futuros protocolos.
Para comenzar este camino de conexión amorosa con el cuerpo, Tina ofrece tres consejos esenciales que nos invita a poner en práctica a diario:
- Preguntar al despertar: Apenas te despiertes, preguntate: “¿Cómo está mi cuerpo hoy?”. Haz un escaneo general, moviendo suavemente la cabeza, hombros y pecho.
- Momentos de pausa y horizonte: Date momentos de pausa sin teléfono ni pensamientos de trabajo. Activá el horizonte con la mirada panorámica, lo que enciende el nervio vago y le envía al cuerpo el mensaje de que “estamos a salvo”.
- Movimiento constante: No te quedes sentado por horas. Levantate, caminá y permití que el cuerpo se mueva de la manera que desee y elija.
Estos son los “movimientos somáticos” a los que Tina se refiere. No son ejercicios extenuantes, sino prácticas conscientes que nos invitan a escuchar las señales de nuestro cuerpo, a sentirlo desde adentro (el “soma”). Al realizar estos movimientos con atención plena, podemos empezar a liberar tensiones, a reeducar nuestro sistema nervioso y a crear nuevas vías neuronales que nos lleven a respuestas más saludables en vez de reacciones automáticas. Son pequeñas acciones diarias que, a través de la repetición y la conciencia, cultivan una relación más amorosa y funcional con nuestro cuerpo, impactando directamente en nuestra calidad de vida.
Para ella, “un cuerpo inflamado es un cuerpo maltratado”. El autoconocimiento y el amor propio son un proceso de toda la vida, una evolución constante donde podemos envejecer con un cuerpo que se siente “querido, que se siente visto, que se siente amado, libre”, lejos de la idea de que envejecer es ir a peor. Su pasión es que las personas entiendan que “su cuerpo es su mayor tesoro”.
La perspectiva de Tina nos invita a una conexión más profunda y consciente con nuestro propio ser. Si querés saber más sobre su trabajo, podés visitar su canal de YouTube “Estar Bien Cada Día”. También podés encontrar información valiosa en su cuenta de Instagram estarbiencadadia.

