
La actividad deportiva y el entrenamiento físico, si bien esenciales para la salud y el bienestar, someten al cuerpo a un estrés considerable. Las fibras musculares se contraen, pueden producirse microlesiones, y se acumulan metabolitos que pueden generar fatiga y dolor. En este contexto, el masaje terapéutico post-actividad emerge como una herramienta valiosa para optimizar la recuperación, prevenir lesiones y, en última instancia, mejorar el rendimiento deportivo.
Desde una perspectiva fisiológica, el masaje terapéutico induce una serie de efectos beneficiosos en el organismo del deportista. Uno de los más destacados es el aumento del flujo sanguíneo local. La manipulación de los tejidos blandos estimula la circulación, facilitando la llegada de oxígeno y nutrientes a los músculos dañados y la eliminación más eficiente de productos de desecho metabólico como el ácido láctico. Esta mejora en la circulación contribuye a acelerar la reparación de esas lesiones musculares mínimas y a reducir la sensación de fatiga y dolor.
Además, el masaje terapéutico tiene un impacto significativo en el sistema nervioso. Las técnicas de amasamiento, fricción y percusión pueden ayudar a reducir la tensión muscular y los espasmos, promoviendo la relajación de las fibras musculares. Esta relajación no solo alivia el dolor y la rigidez, sino que también puede tener un efecto positivo en el sistema nervioso parasimpático, favoreciendo un estado de calma y recuperación a nivel general.
Otro beneficio importante del masaje tras la actividad deportiva, es la mejora de la flexibilidad y el rango de movimiento. El entrenamiento intenso puede llevar a la acumulación de adherencias y tensiones en los tejidos conectivos, limitando la movilidad articular. A través de técnicas específicas, el masajista puede ayudar a liberar estas restricciones, restaurando la longitud óptima de los músculos y mejorando la amplitud de los movimientos. Esto no solo reduce el riesgo de lesiones, sino que también puede optimizar la biomecánica del movimiento y, por ende, el rendimiento deportivo.
Desde una perspectiva psicológica, el masaje terapéutico también ofrece ventajas significativas. El contacto físico y la atención individualizada pueden tener un efecto relajante y reconfortante, ayudando a reducir el estrés y la ansiedad asociados con el entrenamiento intenso o la competición. Este bienestar mental contribuye a una mejor recuperación general y a una mayor disposición para afrontar futuros desafíos deportivos.
Es importante destacar que la efectividad del masaje terapéutico post-actividad puede variar en función de diversos factores, como el tipo de masaje aplicado, la intensidad, la duración, el momento en que se realiza después del ejercicio y las características individuales del deportista. Por ello, es recomendable que el masaje sea realizado por un profesional cualificado que pueda evaluar las necesidades específicas de cada persona y aplicar las técnicas más adecuadas.
En Corrientes capital, la masajista María Antonia Pereyra Quintana brinda servicios de masajes terapéuticos con una mirada integrativa. Ella suma a sus prácticas el diagnóstico y la limpieza con Péndulo Hebreo y Reiki. Esta combinación es particularmente interesante porque va más allá de la recuperación muscular; mientras los masajes actúan directamente sobre el tejido físico, el Péndulo Hebreo y el Reiki operan en el campo energético del individuo. Según explica la terapeuta, "estas prácticas potencian la recuperación y el rendimiento deportivo, ya que también fortalecen el campo energético del paciente". De esta manera, se busca una recuperación holística que abarque tanto el bienestar físico como el equilibrio energético, lo cual puede ser un complemento valioso para la recuperación integral del deportista. Si te interesa esta propuesta integradora, podés contactar a María Antonia al +54 379 421-0847.

